| El Père Lachaise de París suele ser visitado sobre todo por la tumba de Jim Morrison. También por la de Oscar Wilde, aunque además estén enterrados Molière, Balzac, Apollinaire o Georges Méliès. La mayoría, por cierto, muy modestamente. Sin embargo hay una tumba que suele pasar desapercibida, aunque se encuentra muy cerca de la entrada principal. Es la de Étienne-Gaspard, "Robertson", físico que se hizo popular gracias a las fantasmagorías, un espectáculo de ilusionismo del siglo XIX que precedía al cinematógrafo. Étienne-Gaspard provocó no pocos sobresaltos en la sociedad del momento gracias a los "espectros" que imbocaba a través de su técnica. Aprovecho el momento para recomendar la visita a Cosmo Caixa (Madrid), que ofrece hasta enero la exposición Abracadabra, donde, entre otras cosas, se pueden ver algunas "fantasmagorías". |
Tu pueblo en cómic
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El pasado viernes impartí el taller «Tu pueblo en cómic», que llevo
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Castellar de ...
Hace 2 días

