Con Juan Andrés Pedrero Santos a la llegada al Hotel Meliá.
Acabó el 41 Festival Internacional de Cinema de Catalunya. Mi colega Juan A. Pedrero Santos (autor de Terror cinema) y yo llegamos el jueves 9, un poco tarde ya pero aún con buenas cosas por delante (como esa proyección de la magnífica Let the right one in, de Tomas Alfredson). Sin embargo, no fueron las películas lo mejor de mi visita a Sitges, sino, una vez más, el encuentro y reencuentro con amigos y conocidos. En la cafetería del Hotel Meliá nos reunimos con Luis M. Rosales (director de Scifiworld), su socio Raúl Gil y el intrépido redactor Ángel Sucasas, que departían con la gente de Cineasia (Gloria and company). En una mesa continua, un Charles Kaufman cabizbajo, ensimismado, un poco malencarado, irradiaba energía no muy buena. De haber estado allí Sebastián D'Arbó, que más tarde me entrevistaría, seguro que hubiera notado una energía algo chungaleta. Pero dejemos los divismos de autor de este señor y sigamos con el buen rollo. Nada más llegar a Sitges, los saludos iban amontonándose: David García, del Monsterworld, Jorge Juan Adsuara, del FantCast... Y ese Josep Maria Contel, fotógrafo veterano, gran persona, estupendo relaciones públicas, al que me alegré de volver a ver y con el que disfruté de momentos delirantes. A él le debemos las mejores fotos de este festival, todas para Scifiworld, olé el arte.
Absurdistán, Sucesos en lal IV fase y Dead space fueron, junto a la citada más arriba, las cuatro películas que pude ver en un fin de semana largo pero muy ajetreado. Y más saludetes: a Pere Vall, redactor jefe de Fotogramas, al master Jesús Palacios, a la muy requerida Desirée de Fez, al obicuo Borja Crespo, al siempre intenso Nacho Cerdá, al elegante Tomás Fernández Valentí, a la guapa Ana Álvarez, al videoasta Naxo Fiol, al "boss" Ángel Sala... Y a Alberto Amarilla, actor en alza y compañero de la ESAD de Málaga, al que vi por última vez antes del comienzo de su ascensión. Por cualquier rincón un viejo/nuevo conocido: la simpática pareja de Aullidos -Ramón Ruestes y su chica-, el legendario Paul Naschy, el "paisano" Jordi Minguell, el "fantastique" Javier Ludeña, el pasadizero Óscar Brox, el "planetario" José Antonio Monge... ¡Que de peña, leches! ¡Y el Viruete! ¡Y Javier J. Valencia!... ¡Y el Diego López! Bufff...
Con Lloyd Kaufman, leches, el de la Troma...
Con Alberto Amarilla, uno de los protas de Prime Time y compañero de la ESAD allá por el 2000
Con Naxo Fiol, cortometrallista.
¡Con Umberto Lenzi!
¡Con Fred Williamson! Cagüenlamar...
Con Jesús Palacios, ya de nocturno.
Y aún con toda la marabunta, el menda tuvo tiempo de estar con su colega y compañero de periplo, el ya citado Pedrero Santos (un viaje para el recuerdo, payo) y de prepararse su transformación zombi. Sí, señore, que el sábado, a las 18:00 h., en el Brigadoon, este que escribe se transformó en Johnny Putrido gracias a la magia del maquillaje de Javier Aliaga. Cuatro hora y pico trajinando en mi cara se llevó el gachó, mientras Telemagik, de D'Arbó, y otros medios nos esperaban con paciencia en el jardín del Meliá. Y la charla de Johnny, en el marco de los actos organizados por Scifiworld, reunió a más de 100 personas y provocó risas, aplausos, cachondeo puro...
Con Pere Vall, ya de zombi.
Con Chris ¡y John A. Russo!
Todo esto, y mucho más, vivió, con alegría y buen talante, en la 41 edición del Festival de Sitges. Y el año que viene más, qué coño.
Foto (arriba): Josep M. Contel.
1 comentarios:
Si que lo pasamos bien, coño. Que ganas de repetir¡¡¡¡
Publicar un comentario