"Andrés Pajares y Fernando Esteso son, además de excelentes actores -y, posiblemente, los mejores que este país haya dado-, historia viva de nuestro cine".
"Absolutamente
nadie en la actualidad, en España, podría hacer, ni de lejos, la labor
que hicieron ellos dos. Hoy veo a Javier Bardem o a Luis Tosar en una
película, y no me representan en absoluto. Ni a mí ni a nadie que yo
conozca".
"Andrés
Pajares y Fernando Esteso son al cine español lo que Jack Lemmon y
Walter Matthau al cine norteamericano y Mariano Ozores era el Billy
Wilder patrio (...). En muchos aspectos el cine de Ozores se asemeja al
de Wilder, y si se reivindica como obra maestra Con faldas y a lo loco o El apartamento, pido y exijo el mismo trato para Los bingueros, en esencia y estructura el mismo tipo de cine (...)".
Son
solo tres muestras de lo que Víctor Olid puede llegar a escribir sobre
el dúo y sobre el director con el que rodaron sus películas más
conocidas: Mariano Ozores. Pero, ojo, que Olid no está tan ciego como
pudiera parecer, ya que, y aunque sorprenda después de lo aquí expuesto,
no se corta a la hora de dar caña a las películas, por mucho que
supiera que su amigo Andrés Pajares iba a leerse el libro e incluso a
firmar el epílogo. Esto no amilana a Víctor Olid y destaca lo que no le
gusta en más de una ocasión, aunque sea con recato:
"(El liguero mágico)
No tan redonda como anteriores títulos, sí es una película que llama
poderosamente la atención al espectador a priori, dejándolo satisfecho
tras el visionado, y si bien los gags se desenvuelven con soltura, el
hilo argumental está un pelín menos cuidado".
Y
tampoco habla siempre con arrebatadora pasión del trabajo de sus
actores, como se puede dilucidar de este comentario sobre Esteso en El recomendado:
"Fernando
Esteso, obviamente, ejecuta su interpretación con corrección, pero no
dota de rasgos al personaje. Es Esteso interpretando a Esteso y no un
cura".
Casi
en cada película, Olid valora lo bueno y lo malo, pero al cabo se
descubre como el verdadero fan que es, faltaría más, y suele perdonarlo
todo. El descacharrante cine de Pajares y Esteso es un libro para
incondicionales, claro está, pero también debieran pasarse por sus
páginas todos aquellos que despotrican de este cine sin haber visto una
sola película, los que habiéndose descojonados con ellas no son capaces
de reconocerlo y quienes ahora, en un alarde de estúpida y falsa
reivindicación nostálgica, alaban su cine sin tampoco haber visto casi
nada (en ciertos grupos
parece que queda bien defender lo que ha sido ninguneado constantemente,
incluso por ellos mismos anteriormente). Porque en estos tiempos ir a
la contra "mola", pero Víctor Olid no va a la contra por pura moda; es
un seguidor del dúo de toda la vida, desde pequeño y eso se nota en cada
palabra que escribe. No importa que Víctor no sea un erudito (es más,
mejor que no lo sea), sino que
tenga agallas y escriba sin tapujos, con mala leche incluso, para
defender lo que muchísimos otros han denostado una y otra vez. Si la
crítica más sesuda, e incluso la menos, ha escrito barbaridades del cine
de Ozores, ¿por qué nos vamos a echar las manos a la cabeza si uno de
sus más agerridos defensores lo ensalza contra viento y marea? Desde
luego, yo no. Porque, aunque no esté de acuerdo con todo lo que dice
Olid, sí con otras muchas cosas. A mí el cine de Pajares y Esteso
consigue arrancarme las carcajadas como pocas comedias, apelando a los
instintos más bajos, puede ser, pero a veces también con una comicidad
inteligente que para sí querrían muchos guionistas y una vis cómica por
parte de los actores por la que matarían cientos de pretendidos
humoristas hoy en día. Solo con ver a Pajares, Esteso (o a Antonio
Ozores o a Juanito Navarro), aparecer en plano, el que escribe tiene que
descojonarse, y si se revisionan bien sus películas, sin prejuicios y
sin mala predisposición, muchos de los tópicos que se les achacan
tienden en desmoronarse, incluido el machismo con el que a menudo se las
ataca.
El descacharrante cine de Pajares y Esteso es todo un alegato. Un libro que hacía falta y que ha encontrado en Víctor Olid a su justo autor. Está agotado, pero insistan en Vial of Delicatessens para que saquen más.
Texto: José Manuel Serrano Cueto.
El descacharrante cine de Pajares y Esteso es todo un alegato. Un libro que hacía falta y que ha encontrado en Víctor Olid a su justo autor. Está agotado, pero insistan en Vial of Delicatessens para que saquen más.
Texto: José Manuel Serrano Cueto.
2 comentarios:
Si, a mi también me gusta su cine y no me importa decirlo, aunque soy más de Pajares.
Besos
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