domingo, 11 de noviembre de 2007
Adiós a José Moreno
Hoy me he enterado de la muerte del actor José Moreno, al que conocí en 2001 con motivo de una entrevista que le realicé para el libro Gaditanos en el cine, publicado por Alcances y que él tuvo a bien llevar al plató del Cine de Barrio de Parada. Estuve en su casa de Alcalá de los Gazules, admirando las antigüedades que tanto le gustaban y paseando por el pueblo. Desde entonces hablamos muchas veces por teléfono y nos vimos en otras ocasiones ya en la propia Cádiz. A Moreno le gustaba pescar y lo hacía en el pantano cercano a Alcalá, pero tenía muchas ganas de que mi padre lo llevase a la Bahía. Sin embargo, por uno u otro motivo nunca pudo ser. Me contó muchas cosas Pepe, entresijos (y hasta gallinejas) de la farándula, y yo alguna vez le pregunté por qué no escribía su biografía. Era prudente y no quería. Estaba tranquilo. Hacía tiempo que no hablábamos y hoy me comunican su fallecimiento. Y, siempre, en estos casos, uno no puede dejar de pensar que ya no habrá tiempo para seguir charlando.
José Moreno, de 74 años, nació en Chiclana de la Frontera, y aunque su pasión era el toreo, el cine llegó pronto y le convirtió en galán de Juan de Orduña (conocidísimo su papel del relojero en El último cuplé y sus trabajos en la zarzuela televisiva). Hizo muchas películas, pero a la muerte de Orduña su trayectoria se desinfló, aunque siguió apareciendo en la pantalla de tanto en tanto. Una de sus últimas películas fue No somos nadie (2002), el debut de Jordi Mollá en la dirección. Con Norberto López Amado, con el que había rodado cortos, entre ellos La mirada del ángel, hoy famoso por la intervención de una Letizia Ortiz que quizás ya soñara ser princesa, hizo un papel fantasma (y nunca mejor dicho) en Nos miran (2002).
Descanse en paz, Pepe.
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