viernes, 23 de noviembre de 2007
Crónica de Horrormanía en 8 y Medio
El día de ayer, 22 de noviembre, perteneció a Fernando Fernán-Gómez. No podía ser de otra manera. Su capilla ardiente, ni más ni menos que el escenario del Teatro Español, recibió a multitud de familiares, amigos y compañeros. Los medios de comunicación, en general muy respetuosos, dieron amplia cobertura de una despedida al gusto del genio, con tango incluído. Tertulia alrededor del fallecido, como si del Café Gijón se tratase, y lágrimas contenidas, el Teatro Español vivió ayer una de sus más grandes jornadas: la dignidad del teatro descansaba en sus tablas. Cierto es que, en el día de ayer, no cabía lugar para actos culturales en Madrid. Así, la presentación de Horrormanía en la librería 8 y Medio se resintió, pues muchos de los posibles asistentes -del cine y la prensa- estuvieron o bien visitando a Fernán-Gómez o bien trabajando en difundir su memoria en estos días de luto blanco. De hecho, algunos de los que se acercaron a Martín de los Heros 11 para oír nuestras palabras llegaban directamente del escenario del Teatro Español. Fue el día ayer de Fernando Fernán-Gómez y no podía ser de otra manera.
Aún así, la tertulia, regada con vinito y alimentada con jamoncito, queso y frutos secos, fue agradable, por lo familiar sobre todo. Allí se encontraban Antonio Mayans y su esposa -la impresionante y divertida Juana de la Morena- y los buenos de Javier Tolentino y Carlos Tejeda. Y hasta el legendario malagueño Lucio Romero se sentó entre nosotros. Y hubo espontáneos que se sumaron al acto atraídos por el olor a vino y el ojo hipnotizador de la cubierta de Horrormanía.
Una tarde de cine en un lugar apropiadísimo, esa librería 8 y Medio que muchos querríamos tener por casa.
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